Cocina con isla : 3 consejos para diseñarla

La isla estructura el espacio creando un ambiente sumamente agradable que invita a socializar. De ahí que se trate de un elemento muy apreciado y demandado que está presente en el 16 % de las cocinas, lo que parece mucho… y, a la vez, no es tanto, ya que, si bien muchas personas sueñan con tener una isla, no todo el mundo puede instalar una. Antes de lanzarse a la aventura, es imprescindible tener en cuenta una serie de aspectos para diseñar una isla central.

1/ ¿En qué tipo de espacio puede colocarse una isla central?

¿Cocina abierta o cerrada? La isla resulta apta para ambas opciones. Normalmente se utiliza en espacios abiertos, ya que crea una separación física y permite optimizar la superficie, constituyendo asimismo un punto de encuentro en torno al que reunirse.

Si tienes una cocina cerrada, opta por una península, es decir, una isla adosada a la pared para que no ocupe demasiado.

2/ ¿Cómo instalar una isla central?

Una cosa es tener una isla, y otra, que su tamaño sea adecuado y proporcional al espacio. En el caso de las cocinas abiertas con isla, hacen falta entre 15 y 20 m², y, en espacios cerrados, 15 m² como mínimo. Hay que garantizar el movimiento sin dificultad alrededor de la isla. Por norma, es necesario dejar un espacio libre de aproximadamente entre 1 y 1,2 m en torno a ella para poder moverse a su alrededor y abrir armarios y electrodomésticos sin impedimentos.

Un truco útil es delimitar el espacio que ocupará la futura isla en el suelo con cinta adhesiva, por ejemplo, a fin de calcular las dimensiones de la isla central y su ubicación.

3/ ¿Qué usos tiene una isla central?

Existen numerosas soluciones para tu isla. La elección estará en función del uso deseado: preparación, almacenaje, cocción, lavado, recogida de comidas, etc. Isla con mesa, en versión monobloque, con barra, en ángulo… todas las opciones son factibles, fundamentalmente por las infinitas posibilidades que ofrece el equipamiento a medida.

Isla de preparación

Este tipo de isla constituye un espacio pensado exclusivamente para tareas de preparación y almacenaje, con posibilidad de diseño multifuncional que combine lavado, cocción, zona para comer, etc.

Se trata de una solución muy habitual, ya que la modalidad diseñada para tareas de preparación requiere poca inversión en términos de equipamiento y resulta fácil de instalar, al no ser necesaria ninguna conexión a redes de suministro (agua, electricidad).
Dimensiones de una isla central de preparación: como mínimo, 80 cm de longitud y 70 cm de profundidad.

Isla central con placa de cocción y zona de lavado

En este caso, la consigna es crear un ambiente agradable que invite a socializar. La isla se sitúa mirando a la estancia, por lo que se cocina frente a los invitados. Su ubicación central permite ajustarse, además, al triángulo de trabajo, garantizando asimismo la libertad de movimiento y la ergonomía.

La instalación de esta isla es más costosa, ya que requiere conexiones eléctricas y posiblemente una entrada de gas. Si optas por incorporar una zona de lavado (fregadero, lavavajillas), será necesario contar con entrada y salida de agua.

Atención: el paso de estas conexiones exige levantar el suelo. Por ello, este tipo de instalación resulta más adecuado en obras de construcción y casas que en trabajos de reforma y pisos. Como alternativa, se puede elevar el suelo o colocar la isla sobre una plataforma.

Isla con campana integrada en la zona de cocción

No hay que olvidar la campana (suspendida o integrada en la isla), que deberá tener potencia suficiente para eliminar eficazmente los olores. Dimensiones de una isla central de cocción y lavado: como mínimo 140 cm de longitud (solo cocción) o 275 cm (cocción y lavado) y 100 cm de profundidad.

Isla central con zona para comer integrada

Zona de barra, espacio para comer como tal… ¡todas las opciones son posibles! Se trata de una solución ideal para superficies reducidas con la que podemos ahorrarnos una mesa para comer.

Este tipo de isla central incluye un espacio de barra o para comer en el que disfrutar de un rato agradable en compañía.

Podrás crear una zona para comer simplemente con una encimera de mayor profundidad o longitud que los muebles. Dimensiones de una isla central con zona para comer integrada: se requiere un espacio de entre 20 y 25 cm como mínimo para que quepan las rodillas debajo, así como una altura de 85 a 95 cm. En caso de querer habilitar una zona de barra, la altura deberá ser de 110 cm.