Nuestra guía para reciclar en casa
Si atendemos a los datos de la ONG estadounidense Global Footprint Network, el Día de la Deuda Ecológica llega cada año antes. La fecha estimada de dicho día en 1986 era el 31 de diciembre, mientras que en 2021 se situó en el 29 de julio. Este indicador señala el día del año a partir del cual la humanidad habría consumido el volumen total de recursos que el planeta es capaz de regenerar en un año. La única solución al respecto es vigilar nuestro modelo de consumo y, mejor aún, reducir nuestro consumo a lo imprescindible, reciclar y disminuir drásticamente la cantidad de residuos generados. Si todos hacemos un esfuerzo en este sentido, todo el mundo saldrá beneficiado. Y, para ello, hay que comenzar por nuestra propia casa. Así que Schmidt quiere ayudarte a adoptar las medidas adecuadas para reciclar en casa con el fin de que puedas aportar tu granito de arena.
¿Por qué reciclar?
El 18 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Reciclaje. La práctica del reciclaje, que a día de hoy forma parte de los hábitos de cualquier persona que se preocupe por el futuro de la biodiversidad, resulta beneficiosa en múltiples aspectos:
• El reciclaje permite reducir el consumo energético, ya que por cada objeto reciclado y reutilizado hay un objeto nuevo menos que fabricar;
• El reciclaje permite disminuir las emisiones de gases contaminantes, ya que la sustitución de materiales en bruto por productos reciclados supone reducir el uso de árboles, minerales y metales, entre otros recursos;
• El reciclaje es bueno para la economía, ya que las actividades de procesamiento, reciclaje propiamente dicho y producción con materiales reciclados generan empleo;
• El reciclaje es bueno para tu bolsillo, puesto que te permite adquirir productos de segunda mano a bajo coste, vender aquellos que ya no necesitas o recuperar dinero reciclando determinados residuos, especialmente en el caso del reciclaje de botellas de plástico, con el que podrás conseguir vales de compra o unas monedas dependiendo de cada establecimiento.
Reciclaje de peladuras en la cocina Baltic
El reciclaje exige organización
Para que el reciclaje de objetos en casa no sea un suplicio, sino que se convierta en una rutina automática, hay que facilitarlo en todas las estancias de la casa.
El reciclaje en la cocina
Una de las primeras medidas que hay que aplicar para vivir en una cocina ecológica es, por supuesto, disponer de cubos de basura para la clasificación selectiva de residuos que resulten accesibles y prácticos. Por eso, Schmidt ha creado un mueble específicamente diseñado para facilitar la separación de residuos. En él pueden integrarse varios cubos de clasificación para el reciclaje de plástico, vidrio y residuos domésticos compostables, pudiendo también ser de gran volumen para evitar tener que vaciar los cubos todos los días. Además, si optas en tu cocina por frentes de muebles de madera reciclada, contribuirás aún más a la economía circular y a la reducción del consumo energético, preservando a la vez los recursos del planeta. La buena noticia es que Schmidt te ofrece la misma gama de colores para elegir aunque te decantes por una cocina integrada de madera reciclada.
Cubos para clasificación selectiva de residuos en la cocina Baltic
Frentes de color Twist 100 % reciclados (cocina Origin)
No obstante, antes incluso de la fase de reciclaje, lo ideal de todos modos es intentar generar cero residuos en la cocina. Para ello, has de adoptar buenos hábitos: compra productos a granel para reducir el número de envases, aprende a utilizar las peladuras para preparar otros platos, reduce el desperdicio de alimentos organizando tus menús y pronto te darás cuenta de que el objetivo de generar cero residuos en la cocina te permite un ahorro considerable.
En cuanto a los productos de limpieza, pásate al vinagre de alcohol, al jabón negro y al bicarbonato de sodio: ni te imaginas la cantidad de productos de limpieza que pueden sustituirse por estos tres ingredientes, de forma económica y ecológica y utilizando, además, un mínimo de envases.
El reciclaje en el cuarto de baño
El Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo de cada año, nos recuerda el gran valor y la escasez cada vez mayor de este recurso, así como la enorme necesidad de preservarlo gota a gota. Ahorrar agua es proteger el futuro de nuestra descendencia. Después de la cocina, el cuarto de baño es otro lugar en el que podemos aplicar medidas para ahorrar agua, principalmente instalando grifos monomando Schmidt equipados con cartuchos que reducen nuestro consumo de agua. Además, es preferible ducharse en lugar de bañarse. Y hay que saber que la ducha diaria es una práctica desaconsejable incluso en opinión de los dermatólogos, que consideran que daña el manto hidrolipídico de la piel. ¡Así que, si no has sudado durante la jornada, basta con ducharse cada dos días!
También es posible generar cero residuos en el cuarto de baño utilizando preferiblemente jabones en vez de geles de ducha, champús secos en lugar de líquidos, bastoncillos de algodón reutilizables en vez de los de plástico, toallitas desmaquilladoras lavables en lugar de algodón desechable, un cepillo de dientes con cabezal sustituible, etcétera. En definitiva, todo lo que permita reducir el consumo de plástico, algodón y otro tipo de recursos.
El reciclaje en los dormitorios y el despacho
Es preciso colocar papeleras de reciclaje tanto en los dormitorios como en el despacho, con el fin de poder separar fácilmente el papel, el plástico, etcétera. Ello evita el engorro de tener que hacerlo en los cubos de clasificación el día que vayas a sacar la basura y anima también a todos los miembros de la familia a separar los residuos, incluidos los peques, que incorporarán esta rutina a sus hábitos cuando sean mayores. Para tu despacho y los dormitorios, al igual que para tu cocina, opta por muebles de madera reciclada, inclusive en el vestidor, con el fin de preservar los árboles del planeta y, en cuanto a la ropa de cama, utiliza ropa con certificado ecológico.
El reciclaje en el salón
También en el salón se puede llevar a cabo el reciclaje y la clasificación selectiva de residuos. Para ello, coloca una papelera en el salón en la que tirar los periódicos y revistas después de leerlos. Con respecto al mobiliario, no dudes en decantarte por muebles de madera reciclada como la preciosa librería diseñada por Schmidt. Asimismo, puedes optar por muebles de segunda mano: hay personas a las que les gusta cambiar su decoración a menudo y que venden sus muebles, alfombras, cortinas, etcétera, a través de sitios web especializados, pese a que aún estén en perfecto estado. De ese modo, puedes adquirir muebles de excelentes marcas a un precio módico. No dudes en acudir a mercadillos de antigüedades o artículos de ocasión que puedas tener cerca: allí puedes descubrir objetos interesantes con los que equipar y decorar tu hogar.
El reciclaje en el garaje
Recuerda colocar cubos de clasificación de residuos también en el garaje. Para reducir tu huella de carbono, pásate al «préstamo de herramientas»: seguro que tienes vecinos que también hacen bricolaje o labores de jardinería. Comprad herramientas para utilizarlas en común, ya que probablemente no necesitaréis usar las mismas herramientas a la vez. Por ejemplo, uno compra un taladro y otro una sierra de podar.
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