Crear un espacio de teletrabajo en un piso pequeño

Armarios, altillos… ¡Optimiza los espacios pequeños!

A falta de espacios amplios, lo que seguro que sí te sobra es imaginación… ¡y pequeñas superficies que simplemente están esperando a que las aproveches! ¡Has de saber que el espacio suele ocultarse en los sitios más inesperados! Los armarios, por ejemplo, pueden constituir excelentes espacios de trabajo en horario laboral que desaparezcan al llegar la tarde o la noche simplemente con cerrar las puertas. Si es posible, opta por un armario con baldas suficientemente profundas para poder integrar un mueble de almacenaje multifuncional o un práctico escritorio pequeño. Por supuesto, lo ideal sería poder tener unos cajones, así como espacio para guardar tu silla de oficina con ruedas, a fin de separar adecuadamente tu vida profesional de tu vida privada.

No obstante, hay otros espacios que también pueden servir para instalar un despacho: por ejemplo, los altillos. Este tipo de cama elevada constituye una solución de equipamiento muy apreciada en los pisos o apartamentos pequeños y alberga debajo una superficie aprovechable simplemente con un poco de dedicación. ¡Basta con colocar el escritorio que quieras debajo del somier para que tu despacho empiece a tomar forma! En un abrir y cerrar de ojos, tendrás un pequeño espacio de trabajo discreto y muy práctico.

¿Y si reinventamos el espacio colocando el despacho en la entrada?

Cuando faltan metros cuadrados para diseñar un espacio de trabajo, toca replantearse, reorganizar y reestructurar el interior de la vivienda. ¿Y cómo lo hacemos? Asignando a determinados espacios funciones que hasta ese momento no tenían. Dicho de otro modo, se trata de hacer que convivan varios espacios en una única y exclusiva superficie. Tu misión, si deseas aceptarla, consistirá en optimizar hasta el último rincón libre del interior de tu vivienda. Y uno de los espacios de un piso o apartamento pequeño que más se presta a ello es… ¡la entrada! La entrada de tu casa, cuya única utilidad es servir de zona de paso, merece una función más importante, ¿no crees? Eso sí: no se trata de montar en ella un despacho imponente, sino más bien de optar por un pequeño despacho que se integre por completo en el espacio que hasta entonces funcionaba como recibidor. ¡Algo que puedes conseguir perfectamente instalando una repisa fijada a la pared o un secreter suspendido! Si quieres aportar un toque de diseño, también puedes optar por un mueble mitad escritorio, mitad librería, que otorgará más estilo a tu entrada y resultará más estético que un armario.

Espacios pequeños: ¡a la caza de las superficies desaprovechadas!

¿Vives en un estudio o un piso o apartamento tipo dúplex? Quizá puedas ganar espacio si te planteas habilitar un despacho debajo de la escalera… Para quienes se dedican profesionalmente a la arquitectura de interiores, un espacio bajo escalera constituye una superficie muy interesante. ¡Así que no es plan de desaprovechar esos valiosos m²! Es cierto que ese espacio suele ser escaso pero, usando muebles que ocupen poco, no te costará nada crearte un pequeño espacio de trabajo discreto con todas las comodidades.

Siguiendo el mismo principio, también puedes optimizar los espacios abuhardillados. Tales superficies suelen estar desaprovechadas y abandonadas, ya que parecen difíciles de equipar. ¡Sin embargo, a veces basta con una balda y unas repisas dispuestas de forma lineal para diseñar una mesa de trabajo de lo más ergonómica! Asimismo, si quieres que tus espacios abuhardillados se conviertan en un lugar de trabajo permanente, puedes plantearte la opción del equipamiento «a medida».  Pero lo que sí es necesario, de igual modo, es prestar mucha atención a los puntos de luz, ya que las estancias abuhardilladas suelen ser muy oscuras.

Trabajar mientras se come, ¡o comer mientras se trabaja!

La cocina es el último lugar en el que se nos ocurriría instalar nuestro despacho, ¿verdad? Sin embargo, si sopesamos por un momento esta opción, enseguida nos daremos cuenta de que la idea no es precisamente descabellada. Y es que habilitar un espacio de trabajo en una superficie pequeña requiere forzosamente algo de flexibilidad. Lo bueno de una cocina equipada es que suele disponer de encimeras en las que poder colocar un ordenador portátil, documentos y portalápices. No obstante, eso no basta para crear un despacho en el que teletrabajar. Para que tu cocina se transforme en un auténtico despacho de trabajo, es necesario que cuente con una superficie capaz de convertirse en escritorio auxiliar, como es el caso de esta cocina de color pastel y acabado en madera con encimera en U. Eso sí: ¡cuidado con trabajar cerca del fregadero o el horno! Otra posibilidad son las mesas de altura regulable, que constituyen una alternativa perfecta si te hace falta un escritorio auxiliar. Este tipo de mesa se ajusta a tus necesidades: colocada a poca altura funciona como mesa baja de centro y en posición alta sirve de escritorio e incluso de mesa para comer.

Habilitar un espacio de trabajo en el salón

¡En un estudio, el salón constituye LA ÚNICA zona de estar! Por tanto, es lógico que sea el lugar donde nos planteemos habilitar un despacho en un piso o apartamento pequeño. No obstante, esto no es tarea fácil cuando dicho espacio concentra ya numerosas funciones: cocina, comedor, espacio para ver la TV, dormitorio, etc. ¡Añadir a eso un espacio de trabajo puede constituir todo un quebradero de cabeza! A no ser que inviertas en un mobiliario apto para pequeñas superficies.

En la actualidad existen múltiples modelos de escritorio con tablero abatible especialmente diseñados para integrarse en espacios de vida ya sobrecargados.  Muy a menudo, se trata de muebles multifuncionales: consola de salón con escritorio abatible, escritorio secreter con estantes, escritorio disimulado en un mueble de televisión, escritorio pequeño con tablero abatible colocado detrás de un sofá, etc.

Escritorio auxiliar integrado en un mueble de TV con librería.

Si no te convence ninguna de estas soluciones, te queda una posibilidad: ¡la ventana! Además de garantizarte luz natural y luminosidad, la ventana puede constituir también un soporte perfecto para colocar tu futuro escritorio auxiliar.

¿Habilitar un pequeño despacho en el dormitorio?

Este tipo de configuración está pensado más bien para pisos o apartamentos pequeños con dormitorio independiente. Si es tu caso, quizá sea buena idea que sopeses detenidamente esta opción de equipamiento, ya que el dormitorio suele ser el lugar ideal para habilitar un despacho. El dormitorio es una estancia tranquila y acogedora que constituye el lugar perfecto para concentrarse. Y aunque no dispongas de muchos m², seguro que encontrarás soluciones de equipamiento que te permitirán ganar espacio al máximo. Un tocador provisto de escritorio con tablero abatible, un ropero con escritorio integrado, una librería con repisa, estanterías con tablero de escritorio plegable… Existen múltiples posibilidades. Asimismo, algunos dormitorios —sobre todo en edificios antiguos— disponen de rincones, huecos o pequeñas hornacinas que hay que aprovechar a toda costa mediante mobiliario multifuncional, modulable o ajustable.

¿Y qué hay de la decoración?

En los espacios pequeños, la decoración adquiere especial importancia, ya que permite identificar y diferenciar el espacio de trabajo del resto de la estancia. Sin embargo, cuando la superficie es reducida, la clave sigue siendo… ¡la mesura! Ciertamente, no hace falta demasiado para crear tu despacho. Basta con unas tiras de papel pintado o una pintura que destaque para delimitar una zona. Luego nada te impide adornar tu despacho con un bonito sillón u objetos originales que hayas encontrado en tus tiendas favoritas de antigüedades o artículos de segunda mano.

No te olvides tampoco de la luminosidad del ambiente: por una parte, la iluminación es importante para trabajar bien sin dejarse la vista; por otra, ¡la iluminación contribuye a embellecer tu espacio otorgándole identidad propia! Por consiguiente, no dudes en habilitar varias fuentes de luz, especialmente si tu espacio de trabajo se encuentra en una superficie pequeña como un espacio abuhardillado o bajo escalera. Lámparas de escritorio, apliques, lámparas de lectura… ¡El único problema es elegir!