Cinco consejos para un teletrabajo eficaz
Encontrar la ubicación ideal para el despacho
Para poder trabajar con eficacia, necesitas un espacio que sea solo tuyo y que puede estar en un dormitorio, un vestidor o incluso en la buhardilla de tu casa. El despacho en cuestión te permitirá también aprovechar una superficie perdida de tu vivienda y convertirla en un auténtico espacio de vida.
Este nuevo equipamiento te resultará especialmente útil si vives en un piso o apartamento pequeño. Existen soluciones prácticas y estéticas, como el escritorio con tablero abatible Secretario Particular, con las que no perderás espacio cuando no estés haciendo uso de ellas.
Tampoco olvides elegir un lugar que resulte agradable a lo largo de todo el día y que tenga mucha luz natural. Recuerda que vas a pasar varias horas en tu despacho de teletrabajo. Asimismo, reserva un espacio adecuado para poner una librería u otro tipo de mueble en el que colocar tu material de trabajo.
Por ejemplo, la colección Suave Pendiente te ofrece un escritorio largo para colocar debajo de una ventana en un espacio abuhardillado que cuenta con pequeños casilleros y compartimentos en los que podrás guardar documentos, material de consulta y otros objetos.
Disponer de un lugar de trabajo cómodo
Una vez que hayas elegido la ubicación de tu despacho, llega el momento de equiparlo. Puesto que vas a pasar gran cantidad de horas en este espacio de trabajo, intenta convertirlo en un lugar confortable. Poder personalizar tu despacho es, además, una de las ventajas del teletrabajo. Pese a que el aspecto estético es importante, conviene pensar ante todo en la ergonomía. Puede que te estés planteando ocultar la impresora en un armario, pero si tienes que usarla varias veces al día, será mejor que la tengas a mano.
Del mismo modo, asegúrate de que las dimensiones de tu escritorio se ajusten a tus necesidades. Por ejemplo, si utilizas una tableta gráfica o un cuaderno, preferirás una superficie amplia como la que te ofrece el escritorio Monrovia. Este mueble esquinero lleva integrados diversos compartimentos de buen tamaño para guardar documentos y otro tipo de material poco decorativo pero imprescindible.
En cuanto a la silla, será preferible que optes por un modelo con respaldo y asiento regulables que te permita mantener una postura óptima, con el fin de evitar dolores de hombros y espalda. Y para que utilices tu despacho con la máxima comodidad, tampoco te olvides de detalles como el reposapiés, el tablón de corcho para colgar tus recordatorios, la regleta de enchufes, etc.
Crear una burbuja que facilite la concentración
A fin de trabajar sin distracciones, puedes crearte una burbuja de concentración. Para ello, delimita el espacio dedicado íntegramente a tu despacho en casa. Por ejemplo, puedes señalizar la zona pintando una pared de un color concreto para que el resto de la familia sepa que no pueden ir dejando sus cosas por allí. También puedes colocar una alfombra mullida bajo tu silla de despacho. Una buena opción es poner una librería para cerrar un poco el espacio y aislarte del ruido ambiente.
No obstante, si no te molesta el ajetreo, eres libre de colocar tu ordenador directamente en la mesa del comedor, o incluso en el salón, como en el caso del pequeño escritorio auxiliar Pupitre. Este discreto mueble con secreter de colores pastel resulta apto para todo tipo de interiores, y basta con cerrar el tablero abatible para guardar todos los documentos que tengas desperdigados encima.
Otra de las ventajas del teletrabajo es la posibilidad de decorar tu despacho según tus gustos. Puedes colgar pósteres, marcos u otros accesorios decorativos, además de poner plantas verdes que den un poco de vida a este espacio de trabajo. Contar con una luz agradable también puede aumentar tu productividad, por lo que si no dispones de luz directa, compra unas bonitas lámparas que difundan una suave claridad al final del día.
Trabajar con organización y disciplina
El teletrabajo tiene sus ventajas, pero también una serie de inconvenientes, entre ellos, los horarios. Sin duda, trabajar en casa permite ser más flexible con los horarios, pero deberás mantener cierta disciplina para garantizar en todo momento la eficacia de tu trabajo.
Para no caer en la tentación de quedarte en la cama holgazaneando, es recomendable instaurar ciertas rutinas. Empieza por trabajar todos los días en la misma franja horaria y vístete como si tuvieras que ir a la oficina. Ello probablemente te ayudará a concentrarte en tus tareas cotidianas, ¡lo que no te impide estar en zapatillas para más comodidad!
Por el contrario, el riesgo de tener un despacho en casa reside en acabar trabajando día y noche por el hecho de tener todo el material a mano. Para no caer en esta trampa, haz pausas periódicas y establece unas horas a partir de las cuales dejes de responder a correos electrónicos. Por ejemplo, puedes colgar tu propia planificación de actividades encima de tu escritorio.
Y si trabajas mejor en buena compañía, el mobiliario de despacho Aficiones Compartidas permite habilitar dos espacios enfrentados con sus respectivas soluciones de almacenaje y su propio carácter en los que trabajar sin aislarse. Una alternativa ideal a medio camino entre el espacio abierto y el despacho personal.
Limpieza y mantenimiento adecuados del espacio de trabajo
Cuando vayas a empezar a teletrabajar, tendrás que pensar asimismo en la limpieza y el mantenimiento de tu despacho, ya que serán exclusivamente responsabilidad tuya y, si se acumulan papeles, tazas y pelusas, se te quitarán las ganas de sentarte a la mesa.
Por ello y para facilitarte la tarea, pon una papelera, así como archivadores de documentos fáciles de levantar, y procura tener pocos objetos. Si no te apasiona la limpieza, opta por armarios cerrados que atraigan menos polvo, como en el caso del escritorio esquinero Box Office. Tener el suelo despejado facilita asimismo la tarea de pasar el aspirador y garantiza un espacio limpio sin demasiado esfuerzo. Ventila tu despacho unos minutos al día y podrás trabajar tranquilamente en un espacio fresco y agradable.
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