El antes y el después: cocina y vestidor a medida para Nicolas Simoes

El primer encuentro tuvo lugar con Sharzhad, una especialista en diseño y arquitecta de Schmidt que se ha encargado de nuestro proyecto desde la fase de diseño hasta la de instalación. Sharzhad empezó por recopilar toda la información necesaria sobre nuestro vestidor y nuestra cocina (medidas, factura, tomas de agua, instalación eléctrica y de gas, etc.) con el fin de hacer un croquis e iniciar el primer proceso de elaboración a medida. Durante una media hora larga hablamos con Sharzhad de nuestras expectativas en función de los diversos usos que pretendíamos dar a los futuros productos. Ello le permitió optimizar todos los espacios y, sobre todo, garantizar que el equipamiento de ambas estancias resultase lo más funcional posible.

A continuación, Sharzhad acudió a nuestra casa para la realización de mediciones exactas con el fin de tener los planos concluidos para nuestra siguiente cita. Días más tarde, acudimos a la tienda para tomar las últimas decisiones: elegir la ubicación de los electrodomésticos, los colores, los materiales, etc. ¡La cocina ya estaba lista!

Nuestra tercera cita sirvió para modelizar y concluir el proyecto de vestidor (que de hecho es lo que nos llevó más tiempo, ya que Sharzhad nos planteó varias propuestas diferentes y tardamos un poco más en decidirnos).

¡Ambos proyectos estaban en marcha! Por tanto, ya no podíamos volvernos atrás: el pedido a fábrica estaba hecho y concertamos una cita 2 meses más tarde para la entrega, lo que incluía la instalación de la cocina y, posteriormente, del vestidor. Estas citas fueron muy importantes para nosotros porque nos permitieron ver la totalidad de los materiales disponibles in situ, lo que sin duda nos ayudó a visualizar el resultado para elegir hasta el más mínimo detalle. En total mantuvimos 3 citas con Sharzhad en la tienda para ir ajustando ambos proyectos.

Un transportista se encargó de la entrega del equipamiento. Todo se entregó en plazo y sin dificultad durante un viernes (la instalación estaba prevista el lunes). ¡Sinceramente, todo transcurrió de maravilla!

Pascal se encargó de instalarnos la cocina y el vestidor. Instalar la cocina le llevó aproximadamente dos días. Todos los elementos ya estaban fabricados a medida, lo que le facilitó la tarea. Nos encontramos con que parte de un mueble sobresalía más de lo previsto, pero Pascal consiguió ajustar un fragmento de la parte posterior de las tablas para reducir la profundidad y solucionar con ello el problema. Incluso nos recomendó no perforar la encimera para instalar una canalización eléctrica, por una parte, por motivos estéticos y, por otra, por el riesgo de dañarla. Así que pidió otra pieza para instalarla en la esquina del revestimiento de pared y tuvo la amabilidad de volver un mes después para colocarla.

La instalación del vestidor llevó algo más de tiempo (dado el tamaño), por lo que Pascal vino con otro instalador para encargarse de la tarea. ¡En solo dos días ya habían instalado todo adecuadamente, cosa que resultó francamente satisfactoria! Pascal tuvo que volver a pedir 2 o 3 piezas pequeñas que estaban mal cortadas y regresó una última vez para reinstalar todas las piezas y realizar los empalmes de la conexión eléctrica del vestidor.

Posteriormente, Sharzhad vino a comprobar la instalación para cerciorarse de que todo se hubiera llevado a cabo de acuerdo con el plano de instalación y, sobre todo, para conocer nuestra opinión sobre la totalidad del proyecto y de los distintos servicios prestados.

La disponibilidad y amabilidad de todo el equipo hace que la experiencia haya resultado especialmente satisfactoria, y, como podéis ver en las imágenes, ¡el resultado es magnífico!