La casa de VeryGoodLord en colaboración con Schmidt
Hace 4 años, Arnaud Chanteloup (VeryGoodLord) emprendió un proyecto extraordinario: la reforma de una casa de campo de 1843. Con el fin de llevar a cabo un proyecto a medida, Arnaud recurrió a SCHMIDT para la confección de la cocina, los espacios de almacenaje y el vestidor. Hemos hablado con él para que nos cuente su increíble proyecto y su experiencia con nuestra marca…
¿Quién soy?
Soy Arnaud Chanteloup, fundador del blog de moda masculina verygoodlord.com.
Creé Verygoodlord en 2012 tras una breve trayectoria como jurista de banco de inversiones al tiempo que descubría la «moda» para hombre e iba aprendiendo poco a poco a vestirme bien. Quise dar a conocer mis hallazgos a otras personas y ayudar a los hombres a adquirir a su vez el gusto por vestir bien y a aprender la manera de hacerlo.
Artículo tras artículo, Verygoodlord se ha convertido en uno de los sitios web con más lectores en Francia sobre el tema y ha ayudado cada mes a más de 100.000 personas que acuden a él para documentarse sobre VGL (abreviatura de Very Good Lord), cosa que me sigue resultando bastante increíble.
Arnaud Chanteloup, fundador del blog Verygoodlord.
Seguramente os estaréis preguntando qué tiene que ver un bloguero de moda con Schmidt. ¡Buena pregunta!
Siempre he sido un apasionado de las casas y los interiores bonitos. Durante más de 10 años fui fiel suscriptor de la revista Architectural Digest, cuyos ejemplares devoraba como alguna gente devora los contenidos de Netflix.
En 2017 me embarqué en un proyecto que inicialmente debía restringirse al ámbito «privado» pero que al final se convirtió en una maravillosa aventura que miles de personas siguieron a través de Verygoodlord: crear la Casa de VGL. Mi pareja y yo compramos juntos una casa de 1843 en la magnífica región natural francesa de Le Perche para convertirla en nuestra residencia de fin de semana.
La casa estaba, como suele decirse, «tal cual»: totalmente deteriorada y prácticamente inhabitable. Solamente había una planta baja y una serie de estancias dispuestas una tras otra sin orden ni concierto. Para ejecutar el proyecto adecuadamente, recurrimos a la ayuda del arquitecto (y amigo) Paul Jaquet del estudio Hame, ya que nos gustaba muchísimo su trabajo y su visión de los espacios.
Fachada exterior de la casa.
Interior de la casa en obras.
El primer encuentro con Schmidt
No queríamos que el proyecto de la casa se sustentase en vaguedades. Para nosotros, el diseño de soluciones a medida constituía un paso imprescindible para ejecutar lo proyectado en los planos del arquitecto. Tras investigar un poco, decidimos encargar a Schmidt la parte de las obras correspondiente a la cocina, el espacio de almacenaje y el vestidor.
Acudimos a la tienda Schmidt de la localidad francesa de Bondy acompañados de Paul para ver las texturas de los materiales y analizar la viabilidad del proyecto, que suponía una obra considerable habida cuenta de todas las dificultades potenciales de la reforma integral de una casa y todos los detalles que Paul pretendía incorporar.
A modo de ejemplo, cabe mencionar que los armarios de la entrada están colocados encima de unos poyetes grandes de hormigón prolongados con pladur en su parte superior para que parezca que están integrados en la pared. El vestidor, por su parte, también es un elemento complejo, ya que está integrado en un espacio abuhardillado y ocupa una pared entera.
Modelización del proyecto en la tienda Schmidt de Bondy (Francia).
Presentación del proyecto
El proyecto ejecutado en colaboración con Schmidt consta de 3 partes: la cocina, los espacios de almacenaje y el vestidor.
La cocina
La cocina se compone, por un lado, de una zona principal de estructura lineal adosada a una pared, con encimera, revestimiento de pared y muebles altos y, por otro, de una isla aparte con soluciones de almacenaje que estructura el espacio entre la cocina y el salón.
La primera zona lleva integrados todos los elementos importantes de una cocina: horno, placa de cocción, lavavajillas y frigorífico, lo que vendría a ser el puesto de mando. Habrá quien la vea como «una cocina blanca», pero para nosotros es, sobre todo, una cocina que combina a la perfección con nuestra decoración de interior.
Se trata de un espacio magnífico delimitado, por un lado, por la isla, que constituye el elemento de unión con el salón, y, por otro, por las ventanas con vistas a la naturaleza, que permiten desayunar mirando los pájaros o los conejos corriendo en el jardín.
Colocación de la isla central.
Instalación de los muebles altos y bajos de la cocina.
En cuanto al uso en el día a día, tener una cocina así es una auténtica maravilla, ya que resulta perfectamente funcional y no hay nada que desentone o salte a la vista. ¿A que no se ve el frigorífico? Normal, porque está oculto a la derecha y basta con presionar la puerta para que se abra.
¿Y verdad que no se ve ningún tirador? Eso es porque todas las puertas están equipadas con el sistema «touch latch» para que los frentes mantengan un estilo totalmente neutro. Incluso la puerta del compartimento del cubo de basura, situado bajo el fregadero, se abre con un pedal casi invisible que permite accionarla aun con las manos ocupadas. ¡Una solución muy inteligente!
Por su parte, la isla constituye una zona de trabajo, de preparación y de charla entre amigos. También es una amplia zona de almacenaje con cajones de gran tamaño en los que mantener todo oculto a la vista y armarios por el lado del salón donde guardar la reserva de bebidas alcohólicas para las veladas de cata y degustación.
Una cocina blanca sin tiradores...
... para un acabado de líneas sencillas y geométricas.
Los espacios de almacenaje
Solamente queríamos soluciones de almacenaje integradas, para no tener que poner muebles de almacenaje. Esta opción permite optimizar el espacio, la limpieza y el mantenimiento y reduce la saturación visual. Preferíamos aportar originalidad y detalles mediante la decoración, más que con los muebles.
En la entrada hay 3 armarios grandes en los que guardar el aspirador, los distintos objetos que uno no quiere tener a la vista, los zapatos, los abrigos y bolsos, el dispositivo de conexión a internet, etc., que constituyen elementos imprescindibles en la vida del hogar. En mi opinión, los armarios nunca sobran y, en nuestro caso, están totalmente integrados en la pared.
Pasillo con espacios de almacenaje bajo techo abuhardillado: antes.
Pasillo con espacios de almacenaje bajo techo abuhardillado: después.
En la planta de arriba, tenemos un primer dormitorio con un mueble grande para guardar la ropa de hogar destinada a los invitados. Y es que no hay que olvidar que se trata de una residencia de fin de semana con mucho movimiento y que hay que cambiar las sábanas cada vez que llegan nuevos invitados. ¡Así que hay que tener una buena reserva!
El pasillo también es una zona de almacenaje con dos armarios de gran tamaño y profundidad en los que guardar las maletas de los invitados. La idea me vino al pensar en los elementos que encontramos en las habitaciones de hotel.
También hay dos armarios en torno al cabecero de la cama del segundo dormitorio, cuyo diseño es asimismo el de una habitación de hotel con un gran espacio de almacenaje para las maletas y un ropero.
Armario de almacenaje de dormitorio: antes.
Armario de almacenaje de dormitorio: después.
El vestidor
¿Verdad que todos soñamos con tener un gran vestidor? ¡Pues digamos que con este hemos dado rienda suelta a nuestra imaginación! Tiene la anchura de nuestro dormitorio y ocupa una pared entera bajo techo abuhardillado. Ocupar esta zona abuhardillada permite optimizar el espacio, ya que por naturaleza se trata de una superficie con techo bajo que se aprovecha relativamente poco. El vestidor está dividido en dos partes cuyo interior hemos adaptado a las necesidades de cada uno.
A mí me gusta más tener los pantalones colgados en lugar de doblados, al contrario que mi pareja, que prefiere tener estantes y cajones. Todas estas decisiones se tomaron en la tienda con el asesor, quien nos explicó lo que era factible y lo que no y verdaderamente nos ayudó mucho en la ejecución de este proyecto. De hecho, le estamos muy agradecidos por su dedicación.
Vestidor bajo techo abuhardillado a medida: antes.
Vestidor bajo techo abuhardillado a medida: después.
Uso en el día a día
Es fascinante ver cómo se va colocando cada cosa en su sitio durante la instalación y darse cuenta de que las ideas que uno se planteó en su momento van tomando forma. Tras un mes de uso, debo decir que hemos conseguido nuestro objetivo en gran medida. El vestidor es sumamente funcional y lo suficientemente espacioso como para guardar todas nuestras cosas.
Los armarios de la parte superior parecen vacíos, incluso demasiado grandes, pero estoy seguro de que los llenaremos rápidamente. Hemos vivido en la casa un mes durante las vacaciones de verano, ¡y eso que aún no tenemos hijos!
La cocina es sencillamente perfecta, lo que ha hecho que me apetezca más cocinar (y no solo a mí). Es un lugar en el que apetece reunirse por la mañana para charlar tomando un té caliente y comiendo crepes. ¡Se trata de una cocina funcional a la par que acogedora!
Cajones de almacenaje a la inglesa.
Barra de ropero.
La experiencia con Schmidt
Para ser totalmente sincero, no pensaba que una empresa de instalación de cocinas pudiera ofrecer tal grado de experiencia y buen servicio. Era la primera vez que intentaba instalar una cocina a medida y me tomaba el proyecto un poco a la ligera. Nuestro asesor, Hakan, es verdaderamente un especialista en cocinas. Sabe exactamente lo que hace y es capaz de recomendar la incorporación de los detalles adecuados y disuadir de algunas malas ideas que a uno le pueden surgir.
En la segunda cita con él nos quedamos bastante alucinados porque había elaborado un modelo de la casa entera en 3D con todo lo que teníamos previsto llevar a cabo, lo que sin duda constituye la mejor manera de hacerse una idea del espacio y del acabado final.
El resto del proyecto fue sobre ruedas, sin contratiempos de ningún tipo. No hubo que cambiar la fecha de instalación: todo el mundo cumplió con su cometido en el plazo adecuado. Pese a que no se trataba de una obra menor, porque hicieron falta 4 días de instalación, los instaladores terminaron incluso 1 día antes de lo previsto.
En conclusión, si tuviera que repetir la experiencia, lo haría sin duda. Y nos queda por reformar un granero de 100 m² que tenemos justo al lado de la casa…
Para conocer los detalles del proyecto, haz clic en los siguientes enlaces:
https://www.instagram.com/maison.vgl/
https://verygoodlord.com/maison-vgl/
https://verygoodlord.com/maison-vgl/cuisine-rangements/
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