Blanco: ¿mate o brillante?, ¿frío o cálido?, ¿Monocromía o estilo pop?
¡Definitivamente, nunca antes el blanco había estado tan de moda en el mundo de la decoración! Ampliamente inspirada en el estilo escandinavo, la «omnipresencia» del blanco se cuela en todas las estancias de la casa. Desde el suelo hasta el techo, desde el dormitorio hasta la cocina… ¡Descubre cómo aportar luminosidad y elegancia al interior de tu hogar gracias al blanco!
El blanco hace que desaparezcan los armarios y que destaque la isla verde esmeralda.
El blanco: ¿un color de referencia?
Pese a que, en el ámbito de la decoración de interiores, hay profesionales que consideran el uso del blanco como una forma de evitar tomar decisiones, hay también quienes opinan que dicho color constituye una verdadera tendencia. Símbolo por excelencia de la pureza, el blanco constituye para multitud de profesionales una base impecable de la que partir para la composición de su obra decorativa. Pero no es tanto el blanco —que algunas personas no consideran un color— lo que constituirá la esencia de la decoración del interior de tu hogar, sino más bien el modo de utilizarlo y combinarlo. Y, en este sentido, existen numerosos tonos y estilos decorativos capaces de iluminar, agrandar, suavizar o modernizar una estancia mediante el uso del blanco.
El azul pavo real intenso de las paredes se suaviza con los detalles en blanco de esta cocina.
¡Con el corazón dividido entre brillante y mate!
¡Este es uno de los dilemas más recurrentes en decoración! Elegir entre acabado brillante o mate es, ante todo, cuestión de gustos… ¡pero no se reduce solo a eso! Para aportar un toque estiloso a tu cocina blanca, por ejemplo, puede ser buena idea jugar con los contrastes optando por muebles lacados en blanco y realzados con tiradores negros mediante la cocina Schmidt Como los grandes o incluso una encimera con apariencia de granito. El modelo Schmidt Destello contemporáneo resulta ideal para cocinas de diseño sencillo. También puedes optar por frentes de diseño blanco mate, combinados en este caso con una isla de material con apariencia oxidada, mediante la cocina Estilo gráfico de Schmidt, a fin de aportar un toque irisado de lo más contemporáneo.
Los armarios blancos que van desde el suelo hasta el techo proporcionan gran capacidad de almacenaje sin sobrecargar la estancia.
¿El blanco es un color frío?
Pues, de nuevo, depende. Es cierto que el blanco suele asociarse con el frío… ¡Seguramente por ser el color de la nieve! Sin embargo, es importante matizar esta conclusión, ya que el blanco no tiene por qué ser necesariamente glacial. Más bien al contrario: determinadas tonalidades de blanco sin duda van a aportar luminosidad y calidez a los espacios. Obviamente, no es casualidad que el blanco sea un color predominante en numerosos países soleados de la región mediterránea, como ocurre en Grecia o Túnez. Una pintura blanca con pigmentos de color beige se acercará más a un tono «cálido» que una pintura rica en tonalidades azuladas.
Los taburetes de color azul intenso aportan viveza a esta cocina blanca de acabado muy mineral.
¿Cómo combinar el blanco?
Podría pensarse que el color blanco va con todo. ¡Algo que los expertos en decoración defensores del blanco como tendencia considerarían una idea equivocada! En resumen: el blanco no pega… ¡con el blanco! Entiéndase por ello que el color blanco combina con casi todos los colores excepto con él mismo. Puede resultar complicado combinar blancos de diferentes tonalidades sin correr el riesgo de alterar todas las virtudes de este color que se supone que representa la pureza. En caso de que te plantees utilizar ese color en varias estancias, opta preferiblemente, si puedes, por usar la misma tonalidad en cada una de ellas para crear sensación de continuidad y unidad. Tu toque decorativo personal vendrá dado por los accesorios y muebles que elijas para equipar tus espacios.
Mezcla de blanco y madera clara que refleja una influencia escandinava.
Colores cálidos e intensos que proporcionan calidez a este dormitorio abuhardillado.
¿Para qué estilos de decoración resulta adecuado el blanco?
Como color básico, el blanco permite vislumbrar prácticamente un sinfín de posibilidades de decoración. Se trata de un color muy apreciado en los países del norte de Europa que suele combinarse con madera o materiales en bruto. Una mezcla suave y natural que se hace un hueco en todo tipo de estancias, desde la cocina, gracias al modelo Cóctel personal, hasta el cuarto de baño, con el modelo Cónico icónico. El blanco y la madera constituyen una mezcla armoniosa para conseguir un salón de estilo escandinavo. Por ello, encontrarás numerosos muebles de TV que combinan de manera armoniosa ambos elementos para otorgar al espacio una apariencia cálida que invite a quedarse en casa, como el modelo Programa privado. No obstante, el blanco también puede pegar con un estilo más auténtico. Con un aparador blanco mate, se puede aportar un toque de modernidad al mobiliario de un comedor más rústico. Dosificado con inteligencia, el blanco puede aportar una nueva dimensión a tu decoración.
Aparador plenamente integrado en la decoración.
Monocromía de blanco: ¿a favor o en contra?
¡Se trata de una apuesta atrevida! ¿Por qué no utilizar el blanco como color único? No obstante, si quieres que el resultado esté a la altura de tus expectativas, tendrás que ser consecuente con tu decisión hasta el final y no quedarte a medias. Esto supone que, además de pintar las paredes de blanco, deberás equipar tu espacio con mobiliario y accesorios blancos. En tal caso, procura elegir con cuidado las tonalidades de blanco para que el acabado no resulte soso, apagado o excesivamente… aséptico. ¡Alcanzar este delicado equilibrio puede ser difícil! Si no te llama demasiado esta moda del blanco integral, haz exactamente lo contrario. Opta por un estilo pop combinando el blanco con toques de colores muy vivos. Amarillo, azul, rojo, violeta… ¡qué mejor que un lienzo en blanco para que afloren los colores ácidos que estuvieron en boga en los años 60 y 70 y que siguen estando más de moda que nunca en la actualidad!
Jugar con la difusión de la luz para conseguir una estancia luminosa.
El blanco permite también suavizar estilos muy marcados.
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